27 enero, 2006

La igualdad de la miseria

Y aquí vuelvo en mis últimos postings indios. No sé si se me quedarán algunas cosas en el tintero para cuando vuelva, pero hago lo que se puede, cuando los hoteles de lujo no tienen conexión gratis a internet (menudo “lujo”). Ayer conduciendo de Gurgaon a Delhi me fijé en una cosa bastante curiosa: en las obras de este país, las mujeres trabajan igual que los hombres: cargan ladrillos, cavan zanjas, y ponen cemento. Extraño, en un país por definición bastante machista, aunque legalmente la igualdad entre géneros está garantizada por la constitución. Supongo que cuando la miseria es tan terrible como la que he llegado a ver aquí, ya nada importa (ni principios, ni tradiciones, ni machismo) con tan de conseguir comida para sobrevivir. Luego estuve pensando que quizás tenga que ver con el tema de las castas, aunque no sé mucho sobre el tema. Será que las mujeres de las castas inferiores, valen tan poco que no importa en qué trabajen? No tienen que se finas y atractivas a sus maridos? Es remarcable como las mujeres del primer mundo peleamos por la igualdad en la riqueza, y los hombres siempre nos rebaten con el clásico “pero nosotros tenemos más fuerza”. He aquí la demostración del argumento reverso: no es una cuestión de fuerza, sino de necesidad.

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