23 enero, 2006

La riqueza de los pobres (parte 1)

Y aquí viene el highlight de este viaje: la visita al Taj Mahal!!! Ahora no me queda claro si es una de las 7 maravillas del mundo o no. El guía turístico dice que sí, pero MM dice que lo miró y que no. Lo dejo abierto a más interpretaciones (joooo, como os echo de menos a todoooosssss, necesito una birra YA!). Pues después de 4h de carretera, llegamos a Agra, antigua capital de la India musulmana. Madre mía! No quiero ni imaginarme lo que debe ser Calculta si esta ciudad no es lo peor en términos de pobreza en la India. Quiero decir que en Delhi ves gente que vive acampada en la calle, pero no en esta cantidad. En Agra, es una tienda de campaña (un plástico y 2 palos) una detrás de otra, en clara competencia para llevarse el premio a la más miserable. Y mientras, tú vas en tu coche con un guía y un conductor, y tu agua mineral esterilizada. De verdad que no entiendo como hay gente que viene a “encontrarse” entre tantísima miseria. Entiendo a los que vienen a ayudar y mi admiración es cada día más profunda, pero a los que vienen de turismo místico... No me entra en la cabeza. Y entre una ciudad muerta de hambre, se yergue monumental, el supuesto “monumento al amor”: el Taj Mahal (la joya del palacio, que es como apodaron a la esposa favorita del rey para quien se construyó como mausoleo). A mi me disculpareis pero si mi marido tiene un harén completo (y por el tamaño del jardín del harén, debía alojar a varios centenares de mujeres) y varias esposas, no sé que tanta prueba de amor sea que te convierta en su favorita y te haga 14 hijos en 18 años. Ya sé que cada uno expresa el amor como quiere, pero alguien le preguntó a ella? En fin, que luego se muere, y le construye un palacio descomunal en tan solo 23 años.

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