30 enero, 2006

The broker, John Grishman, 2005

Perfecto para un viaje de 8h. Grishman es el equivalente a harry Potter para los viajes, mi segunda alternativa de entretenimiento sin tener que invertir muchas neuronas en procesar la historia, pero que me engancha lo suficiente como para no agobiarme en un avión. Otra historia de tramas legales y políticas de las clásicas de Grishman. sin pena ni gloria. He leído otras más curradas del mismo autor. No tengo mucho que comentar: cumplió su cometido: evitar morir de aburrimiento y para eso fue perfecto.

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