06 septiembre, 2007

Proximidad física

Ya no sé porqué me sorprendo de estas grandes ironías de mi vida, pero aún así, no puedo evitarlo. Me sorprenden y me encantan. Podría darme por pensar que el que rige nuestros destinos me manda evidencias para demostrarme su existencia y me niego a comprenderlas para no aceptar su realidad. Nadie nos rige que no sea nuestro corazón. no hay destinos pre-definidos. hacemos de nuestra vida lo que queremos, no sin esfuerzo y dolor, pero también con alegrías y risas.
Hoy no quería hablar del destino, eso lo dejo para otro día, que me inspire el tema. Hoy toca filosofar (cuánto tiempo sin incurrir en este buen vicio mío) sobre el contacto entre los seres humanos. Y os preguntaréis qué ironías del mundo justifican este posting. Resuelvo misterio: 1. una conversación muy interesante sobre mi persona con un pepe que me conoce demasiado bien y 2. a través de una nueva lectora (bienvenida!!), he encontrado un posting que hablaba de abrazos. Esa combinatoria en un tiempo breve, ha organizado algunas de las ideas revueltas de mi cabeza sobre el tema.
empiezo citando la frase inicial de la película Crash: los seres humanos estamos tan distanciados físicamente que el único modo que tenemos de entrar en contacto es chocar los unos contra los otros. Es tan cierto! (o al menos lo es para mí). A pesar de que me considero una persona "pegajosa", lo soy con un grupo extremadamente reducido de personas (mayoría lectores VAGOS de este blog que no comentan nunca, petardos!). Ganarse el contacto de mis manos, requiere años de aguantar mis locuras puramente verbales. me violenta en extremo que me toquen personas que no conozco. Pensar en el tema "abrazos gratis" me produce repelús. No lo puedo evitar. Me encantaría que no fuera así, pero lo es. El nene, con el que hablamos del tema, me sugirió clases de expresión corporal. Quizás es una opción. No lo sé. Quizás sea más de psiquiátrico. Voy por la vida haciendo equilibrios para evitar que me toquen.
Pero por el contrario, con aquellos que han superado las pruebas del camino al nirvana de mi amistad (modesto baja!), me pasaría el día pegada como una lapa. todos necesitamos contacto de uso tópico (as in, de piel con piel, no en la acepción de "clásico"). Esa es una de las cosas que más se echa de menos en soledad.
A pesar de que dicen que los españoles somos muy próximos, creo que es una falsedad. Los españoles tenemos unas relaciones complicadísimas con el cuerpo propio y especialmente con el ajeno, regidas por un código intrincado de normas religiosas, sociales, arcaicas no revisadas ni superadas. Los países menos afectados culturalmente por la religión, han superado este tipo de códigos. No te tocan cuando ni te conocen, pero te dan una abrazo de oso en cuanto te quieren. un abrazo que violentaría a cualquier español, demasiado largo, demasiado sentido. Allí el contacto físico es proporcional al cariño, aquí es equivalente a la convención social que toque. A veces pienso que vivo en el país equivocado...

Etiquetas: