09 enero, 2006

Leyes sin humos

Titulo "sin humos" con el completo doble sentido de la frase, porque a esta ley no se le han subido los humos para nada, de hecho ha nacido modesta y limitada. Tengo mis dudas de que llegue a hacer gran cosa en la vida más alla de su modestia y limitación innatas. La ley anti-tabaco es un clásico de esta España tan nuestra de trampas y panderetas, pretendiendo estar a la cabeza de la modernidad y terminando a la cola de Europa. Es una ley para que no se fume en los espacio públicos, que permite que se fume. Però on s'és vist això?? O se puede o no se puede. Porque luego tienen que habilitar un teléfono de dudas que nos cuesta un ojo de la cara a todos para aclararle a la gente si en las cabinas del sex shop se puede uno fumar un piti mientras se hace una pajita. Espain es different de cojones!
Digo yo que si uno hace una ley anti-tabaco para evitar que se fume en los espacios públicos, pues la hace y punto. O sea, como en Irlanda: no se fuma en ningún lugar público. Que luego se monta un cristo, seguramente, pero dura poco. Al cabo de unos meses todo el mundo feliz de que no se fume en los clásicos pubs (valeee, admito que no todo el mundo feliz, pero todo el mundo resignado). Y no quiero decir que haya que perseguir a los fumadores, porque soy firme defensora de que cada persona tiene su momento para dejarlo, y cuando llega ese momento, dejar de fumar es de lo más fácil, pero si se intenta antes de tiempo, por presiones, o por modas, etc. nunca se consigue.
Pero incluso siendo fumadora, me molestaba que desde la mesa de al lado me ahumaran la comida. Así que me parecería una idea genial poder cenar y seguir oliendo a mí y no a Eau de Malboro. Pensé que esta ley sería la solución, pero lo único que ha sido es punto y seguido. Aquellos que quieran que no se fume en sus locales, tienen el derecho de hacerlo. El resto, seguirán igual. Todos contentos y pocos votos perdidos. Ni carne ni pescado: ni prohibe ni obliga. Ni tan siquiera incita, porque la ley se aprobó sin ayudas para dejar de fumar. On anirem a parar? Supongo que es una demostración más de que las buenas intenciones e ideas, acaban aplastadas por las realidades más prosaicas como: no puedo tocarle la moral a demasiada gente porque si no perderé las elecciones y volveré a la oposición maligna. Qué triste mundo! Señores, seguiremos fumando en paz y harmonía como hasta ahora, y esta ley será un ejemplo más para confundir a los pobres europeos del norte que residen en nuestra ciudad y luchan por comprender la lógica de las leyes nacionales.

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