20 diciembre, 2005

Al final de la escapada

Clásico de la Nouvelle Vague francesa con JP Belmondo haciendo movimientos de chico martini (o será que el chico martini hace movimientos de JP? va a ser eso...). Había momentos de la película que me hacían sentir como cuando leí Rayuela: que no soy más tonta porque no me entreno, pero lo bueno de esta peli es que al cabo de unos minutos me rescataba y me devolvía al argumento y la lógica interna de la historia, con lo que podía pensar de nuevo que tan idiota no debo ser porque estaba siguiendo el hilo. Y a diferencia de Rayuela, a pesar de que compartan momentos de filosofía sin sentido, esta película tiene una historia, un principio y un final (el final me impresionó, pero no puedo comentarlo. La última frase: un mito. Qué terrible que alguien a quien quieres te diga algo así. Ya que estamos a martes solamente: Dios, ya sé que en estas épocas andarás a toe de trabajo, pero quiero pedir que nunca nadie me diga eso, y si me lo dice que no sea merecido!).
Momento para verla: el que usé yo: domingo de invierno por la tarde, en el sofá, relajados y tranquilos, con algo no alcohólico de tomar (a los lectores de esta página hay que especificarles), y en buena compañía para comentar.
Lo mejor de hacer cultura cinematográfica con alguien que seleccione por mí, es que sólo veo pelis ya evaluadas y todas son buenas. Así cualquiera se culturiza a placer! Gracias!

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