24 agosto, 2005

Camino hacia el PDT

Cuántos días hace que no sabeis nada de mí... el trabajo me consume la neurona, jeje. Pero también a veces me queda tiempo para sentarme a hablar con mi gente y como siempre me robo unas cuantas ideas para este nuestro maravillosos blog.
Por desgracia para alguna de las lectoras, hoy va de roturas sentimentales. Adivinad??? He pensado una teoría sobre este tema. Hacía muchos días que no me ponía teorística, así que esta me salió bastante lograda. Habla de las fases de una rotura sentimental completa, y lo del PDT lo entenderéis al final :-)
Las fases de una rotura según yo, claro:
1. Y ahora qué? Qué voy a hacer ahora. Seas el dejado o el que deja, en ese primer momento se siente desamparo, soledad. Aunque hayas decidido dejarlo tú, te agarran los dos segundos de pánico total en los que no sabes si es verdad o mentira. El alucine de la irrealidad de lo que te está pasando.
2. Pobre de mí: Qué voy a hacer tan solito con mi vida! Que pena más grande que me da, y que bonito sería que alguien me diera un abracito ahora mismo...Pobre de mí!
3. Venganza y rabia: En este punto, existen las dos versiones: "pero como se atreve a dejarme a mí! No sabe lo que se está perdiendo, pobre de mí" o "Como se atreve a pensar que iba a seguir! Está mal de la cabeza, Pobre de mí!". En cualquiera de los dos casos, la rabia evita la depresión. Aquellos que por razones metafísicas incomprensibles para mí, se dedicar a evitar odiar al contrario, no logran salir del hoyo, no pasan de esta fase y siguen viviendo en el limbo de la indefinición sentimental, ya que nunca logran completar el ciclo y cerrar este capítulo.
4. La sustitución: cuando uno tiene todo ese cariño acumulado en el corazón y de golpe se queda sin depositario de tal presente, lo más fácil es cambiar el receptáculo, e intentar colocar el fardo en otra víctima. Cualquiera. En esta fase, es habitual enamorarse del hecho de volver a tener a quien querer más que de la persona en sí. Además como es la fase justo posterior a la rabia, ambas se mezclan para hacerte creer que AHORA estás muchísimo mejor y que fue una maravillosa idea dejar o que te dejaran, que fue lo mejor que te podía pasar. No os mintais a vosotros mismos, porque es a los únicos que lograis engañar. En el fondo, cuando estais solos en casa, seguís con el corazón lleno de "pobre de mí" (aunque no querais reconocerlo)
5. Auto-suficiencia: A veces es una variante y a veces una consecuencia de la fase 4 (esto no es ciencia, son mis delirios personales!). A menudo, darse cuenta de que no quieres al nuevo depositario de tu cariño, te lleva a la fase "yo no necesito a nadie para ser feliz" (otra enorme mentira que sólo nos creemos nosotros mismos... como somos los humanos!). Es la clásica fase de: me puedo quedar en mi casa el sábado por la noche y pasármelo genial con mis ositos de peluche. O el reconsabido: puedo salir y ni tan solo mirar a los prójimos. No quiero nada con nadie porque no necesito ni cariño ni sexo: pero a quien intentas engañar alma de dios?? La autosugestión debe funcionar en la consulta del psiquiatra, pero sin ayuda profesional no va ninguna parte, porque cuando llegas a casa a abrazarte al osito, sigues pensando: pobre de mí!!
6. El GRAN Cambio: Hay gente que logra llegar a la fase final de una ruptura, cuando se cambia de pobre. De repente, un día te levantas y ya no piensas "pobre de mí" sino que sonries (con una sonrisa de mala leche absoluta) para empezar a pensar "pobre de tí, mal rayo de parta, que se te pudran todos los dientes y te salga un grano en la nariz, y cuando seas el/la más horrible de la tierra, te encuentre por la calle y yo esté estupendo/a" La gran diferencia entre la rabia y el cambio, es que te das cuenta de que no te duele desearle cosas horribles a tu ex-ser amado. En la fase de rabia, es todo tan reciente, que aún no puedes desearle que sufra. Por el contrario en este momento, la vida es maravillosa: puedes tirarte a otro/a sin remordimiento alguno, te sientes libre, te maqueas, y sales a arrasar. Y por Dios que triumfas como nunca!!
7. El fin: al final de todo, cuando te has cansado de triumfar, después de la tempestad salvaje llega la calma. Un día pensando en tu ex, ves que lo único que te viene a la cabeza es "paso de tí". Felicidades, completaste el proceso. fuiste capaz de llegar al PDT. Ahora volverán a pasar meses sin que pienses en tu ex. Eres alguien libre. Cuidado con lo que haces ahora con tu corasón!

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