14 mayo, 2006

V for Vendetta

No suelo ir mucho a ver pelis del género "fantástico" pero de vez en cuando me divierten enormemente si me llama el argumento. Qué mejor modo de contar una historia bonita que con mucha fantasía? Ese es el cado de V de Vendetta. usa una estética y el lenguaje plástico de las pelis "fantásticas" para contar lo que podría pasar en el mundo sin ponerle tanta dosis de imaginación. No contaré el argumento para respetar el derecho de los lectores a ver la peli sin chafarosla, pero trata sobre la amenaza del sobre-poder. Eso de lo que ya había hablado alguna vez en este año que llevamos juntos: cómo hoy en día se extiende en el mundo la filosofía de conservar el poder a base de imponer el principio del miedo. Si creas inseguridad y miedo, apagas los fuegos antes de que surjan. Hay pocos kamikazes sociales. La gente quiere seguir viviendo, seguir comiendo, tener una casa donde dormir y una tele que mirar. Las luchas por las libertades y contra las injusticias son poco lucrativas y muy peligrosas.
Supongo que nos dirigimos hacia el otro lado del péndulo: después de una época de protestas y revueltas (los 60) la siguiente generación se acomoda, los dirigentes egoistas se dan cuenta y abusan de la comodidad amenazándonos con perderla. Y por no perder la comodidad de nuestras vidas, toleramos lo intolerable. Pero al final, cuando llega el punto en qué tienes tan poca comodidad que no te importa perderla, vuelve a germinar la semilla del cambio. No hay nada tan peligroso como los ilustrados que no tienen nada que perder.
Me gustó mucho la idea de las máscaras. Valdría la pena intentarlo alguna vez: quizás una máscara permitiría a la gente tener el valor que no tienen a cara descubierta. Aún recuerdo como lloré de orgullo el día que los erzainas (ahora no recuerdo como se escribe bien...) se quitaron los pasamontañas después del asesinato de Blanco. Ojala en la sociedad de hoy en día hubiera más valientes.

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