El último voto
(Como se nota que POR FIN he recuperado mi ordenador en plena forma y mi connexión a internet.... ahí van algunos postings de premio para los que aún teneis la paciencia de consultar esta blog tan triste y pobre en los últimos meses...)curiosa película. El personaje de Kevin Costner es definitivamente un tío desagradable. Es Homer Simpson hecho carne, pero ahí donde los dibujos ganan porque son "de mentira" el personaje real pierde porque se convierte en asqueroso, desagradable, desalmado, tonto, idiota, insensible, inculto, racista, machista, pero con amor a su hija. Se trata de un amor "inconsistente" que sólo se manifiesta en 2 palabras "te quiero" pero en nada más. Es un padre que quiere a su hija mientras ese amor no comporte inversión de ningún tipo de esfuerzo. Sales del cine indignada de que gente así tenga hijos y se les permita criarlos.
Además de la desgracia parental, la película plantea un debate interesante: qué sucede cuando el político no debe convencer a una nación sin identidad, sino a un único votante con personalidad (por desastrosa que sea). Ahí las grandes palabras, los grandes planes no sirve de nada porque el individuo no los entiende. Es la representación caricaturizada de la américa inculta, y por ende de este mundo de vida rápida y sin reflexión permitida.
Me gustó el final (para variar) pero no puedo desvelarlo.
Id a verla a no ser que seais extra-sensible al tema de los niños-adultos que deben cuidar de padres inútiles, en ese caso (como mi compi de cine) mejor os lleváis un buen cargamento de kleenex.
Etiquetas: Veo
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