16 febrero, 2006

Dar y recibir

Ayer salió este tema en la conversación, y pensé: mira que curioso para enrollarme un rato la cabeza con esto. Así que aquí estoy, de nuevo con otra lógica locura de las habituales. Esta vez se trata de los modos de "celebrar" las ocasiones especiales entre amigos. Me refiero a cumpleaños, promociones, buenas noticias en general. En España es tradición que el afortunado invite a sus amigos: clásico llevar piruletas al colegio y más tarda pagarte unas rondas de cervezas que te dejan tan tieso el bolsillo que estás un mes sin salir, así que ese día te pillas una que te dure para un mes! En cambio en los países anglosajones, es al revés: el afortunado no paga nada en toda la noche y los amigos le invitan a todo: al final te pillas otra que te dura para dos meses... Es la diferencia en que tus amigos te monten la fiesta sorpresa o que tu te pases 2 semanas (o 3 meses) preparando la super-fiesta y haciendo listas de invitados.
Y de ahí, pues me puse a pensar que el modo de celebrar, posiblemente derive de la concepción de la "fortuna", y de la ética del trabajo y el provecho (toma!! yo cuando me pongo, me pongo, será que las resacas me inspiran...). Me explico: en la sociedad protestante, el trabajo es lo que te dignifica, de ahí que si trabajas bien y obtienes un éxito, aquellos que no lo han conseguido te reconocen el mérito otorgándote premios: la fortuna llama a más fortuna y los ganadores merecen ser recompensados. En cambio en las sociedades latinas y católicas, la fortuna es algo bastante más etéreo y caprichoso: te toca cuando te toca, y cuando hace noche en tu casa es el momento de compartirla con los demás, porque nunca se sabe cuando va a volver a pasar. Igual es como el cometa Halley, con un órbita de 76 años y sólo lo ves una vez en la vida! Por eso, los afortunados comparten su alegría y su premio con todos los no-afortunados. Los ganadores lo son por pura chamba y no deben ser recompensados, pero en nuestra alma de parranda, cuando hay algo que celebrar nos sirve cualquier excusa para montamos una fiesta!
Supongo que la personalidad también influye algo en como celebramos. Hay quien prefiere compartir y hay quien prefiere recibir. Hay quien agradece con una sonrisa encantadora, y quien siente culpabilidad por aceptar un presente. Los hay que no pueden aceptar que les inviten y otros que se mueren por dar todo lo que tienen. Pero de todo tiene que haber en la viña del señor!
PD: porque se dice "viña del señor"? Y quien hace el vino de esa viña? serán todo buenas cosechas, no? Digo yo, como el decide la fortuna y el tiempo...

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