02 noviembre, 2005

Las venas abiertas de América Latina, Eduardo Galdeano, 1970

Siempre quise leer un libro sobre la historia de América Latina para entender el porqué el continente que queda al sur del río Bravo es como es. Porqué tanta miseria en una zona tan inmensamente rica en todo? Las casualidades de la vida hicieron que comprara este libro y que de algún modo empezara a comprender. Es un libro antiguo, escrito en la apoteosis de la lucha comunismo estricto- capitalismo salvaje, y a pesar de su inquina contra el capitalismo de USA, su mensaje es aún tan vigente y tan real, que te pone los pelos de punta. Habla de como los países con mano de obra tirada de precio, con tierras fértiles, se ven aplastados por un círculo que se genera y se cierra fuera de sus fronteras. Países que no deciden sobre el futuro de su desarrollo y de sus gentes. Gobiernos que ofrecen a los países industrializados lo que buscan, que absorven más y más inversión extranjera porque eso provoca un espejismo temporal de desarrollo y bienestar. Pero siguiendo el saber popular: todo lo que sube como palma, cae como coco. Lo que explica Galdeano sobre los recursos naturales en la America Latina de los 50 y 60, sigue aplicando en el mundo globalizado del s.XXI. En resumen: las grandes corporaciones deciden y reparten, y el resto del mundo se pelea porque las migajas del mordisco caigan dentro de los límites de sus fronteras. Igual que los cultivos intensivos apostaban el futuro de un país al precio de un producto, las grandes multinacionales de hoy están deslocalizando fábricas y centros a países de menor coste, centrándose en un único factor: el coste por cabeza.El monocultivo arrasaró las tierras que daban de comer a los campesinos latinos pensando que éstos serían capaces de alimentarse de sus jornales, y podrían comprar alimentos para subsistir. Eso nunca se cumplió, y los jornaleros malviven en los suburbios de las grandes ciudades. Qué pasará con los países de "bajo coste" cuando ya no lo sean? Si los salarios medios suben a un ritmo de 100% cada año, qué pasará con todos esos trabajadores cuando la multinacional decida mudarse al siguiente país de "más bajo coste"? Y cuando ya no queden países de "bajo coste"? Es una estrategia que impulsa a los países desarrollados a perpetuar el modelo de desigualdad para seguir permitiendo a sus ciudadanos en paro invertir en bolsa las indemnizaciones que sacaron cuando sus trabajos se mudaron de país, apostando por las mismas empresas que les echaron, porque son las que más beneficios dan. Esta gran ironía del mundo es tan triste que me dan ganas de tirar el ordenador por la ventana.Como dije en el pedo de este finde: a mi me gustaría que mi futuro trabajo fuera salvar al mundo, pero Dios abrió ese puesto una vez, y visto el éxito del candidato, no se atrevió a un nuevo proceso de selección. Qué lástima! Tendré que buscarme un trabajo normal...

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1 Comments:

At 02 noviembre, 2005 16:59, Blogger El Coronel Marmota said...

Suelo ser una persona a la que le revienta que le acusen de algo que no ha hecho, tanto en lo personal como en lo colectivo, y eso me lleva a ser un firme detractor de estas teorías de "qué malos sois los países ricos", "teneis la culpa de toda la miseria", etc.

El caso de América Latina es uno de los más flagrantes, porque es el paradigma de ese mecanismo de autodefensa tan humano consistente en buscar las causas de nuestras desgracias no en nosotros, sino en "los otros". Cuando me suman esos argumentos de "los conquistadores que arrasaron nuestras culturas indias", entonces ya me da la risa, sobre todo cuando lo dicen autores criollos, los criollos que verdaderamente crean una sociedad estamentada a partir de la independencia de América Latina, aniquilando el mestizaje de la sociedad colonial. Sirva como ejemplo de ese mestizaje esa burguesía de Quito y de Lima que el s. XVII exhibía con orgullo sus árboles genealógicos, mostrando a sus antepasados conquistadores y a sus antepasados incas. No lo digo yo, lo dice Henry Kamen (y quien me diga que Kamen defiende lo que hicieron los españoles en América, es que no lo ha leído).

Es indudable que las multinacionales han arrasado América Latina, han explotado sus recursos, han forzado precios abusivos de cosechas... ¿pero han hecho esto solos? ¿Por qué lo han conseguido en América Latina y no en otras zonas del mundo? ¿Es que no había nadie para pararle los pies a las corporaciones?

La respuesta es no, no había nadie, y eso ya nos da una de las otras razones de esta miseria: los que tenían que haber estado para parar los pies, los gobernantes, simplemente pusieron la mano, y les entregaron el país una vez cobrada la "mordida" de turno. ¿Es acaso casual que en el índice internacional de corrupción América Latina sea un alumno destacado?

Otra importante razón: la desigualdad. América Latina es uno de los lugares donde los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Y entre ellos, una casi inexistente clase media. ¿Resultado? No hay consumo, no hay movimiento de pequeño capital, no hay una sociedad que tienda a uniformarse, como la nuestra. ¿Es causa sólo de las multinacionales? ¿No será que esto viene también de la corrupción, de los gobernantes que meten mano en la caja en lugar de gastarla en inversiones públicas, de empresarios locales preocupados en llenar su bolsillo y no en expandir su empresa y su mercado?

Otra buena razón, producto de las otras: la inestabilidad. La historia de casi toda Latinoamérica es una sucesión de dictadores, golpes y autoritarismo... con el correspondiente paso por caja de cada dictador, con una inestabilidad constante que impide el desarrollo de una sociedad civil, y de la tranquilidad y paz que hace falta para que haya prosperidad.

Y pasamos así a la otra gran razón de fondo, y donde admito culpa colectiva: ¿por qué estos gobernantes ajenos al pueblo, esta carencia de clase media, etc.? La sociedad civil, la clase media, el gobierno que se preocupa del pueblo, los derechos civiles... son todos ellos conceptos que surgen en el s. XVIII, y amparados en la Ilustración. Ilustración que es casi inexistente en España y en sus colonias. Mientras en Europa se desarrollaba el liberalismo (en el buen sentido), España y sus colonias siguieron en el caudillismo, la misa y el "que inventen ellos". Aquí nos costó Dios y ayuda, guerras civiles y casi dos siglos salir de ese agujero. En América Latina, en cierta forma, aún no se ha salido de eso.

En definitiva... lamento decirlo, pero si el libro basa toda su teoría en "son los otros que nos vinieron a robar", me temo que no es más que otro panfletillo de los de siempre, incapaces de salir de su retórica y de mirar más allá de sus dogmas.

 

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