12 marzo, 2007

Shortbus

Precedida de mucha expectación y polémico por “rallar la pornografía”, una vez más queda demostrado que el rasero porno de los USA nos llega a la altura de la suela de los zapatos. Sí, vale, hay sexo y las imágenes son más realistas que en todas las demás mojigaterías que producen en hollywood. O sea, que si la tia es una sexologa frustrada fingiendo un orgasmo, se ven dos cuerpos desnudos, en pleno acto. Sin sombras estratégicas, sin tupidos velos que dejen lugar a la imaginación. Y si para eso hay que enseñar algún pene, pues ahí está: en primer plano. (por cierto que me hizo mucha gracia, justo que Pablo Motos dijo el domingo anterior, que para nuestra información “la pilila flota”, y esa es la primera escena de la peli, qué risa. Serán las ironías que me rodean...)
Pues eso, que hablar de esta peli, NO es hablar de sexo, sino de soledad, de incomprensión, de roturas y encuentros. De como a veces perdemos la perpectiva de nuestras vidas y ponemos el enfoque principal donde no toca. Pero CLARO al final, el amor, la comprensión y el sexo nos llevarán a la liberación y a la felicidad. Seremos felices, comeremos perdices y echaremos unos quiquis maravillosos.
Dejando a parte la “chicha”, pues hombre... no está mal. Me sobran algunas escenas rollo “poesía visual” que no le pegan al tono más bien crudo-realista de la peli, pero en general se deja ver, y es bastante entretenida. No es que tengais que ir corriendo al cine para verla, pero es una buena opción si no teneis otra.

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