10 noviembre, 2006

Generosidad del saber

Ya sé, ya sé: os tengo abandonados! Pero el amor corporativo es lo que tiene: que es ligeramente absorbente. Y mis nuevas aventuras corporativas, me están dando una cantidad de material que promete (no sé si llegará nunca a superar la ironía de : si no tiene pañuelo use la manga (ver postings anteriores)), pero de momento hay un par de cosas que comentar.
Este primer posting es sobre algo que ya tenía apuntado para comentar, pero que ahora se completa. Ya veis que a veces el tiempo redondea las cosas por sí mismo (a parte de mi figura). Yo me había apuntado en mi libretita azul secreta (nada que ver con la de Aznar, nunca habrá sucesor en la ironía, morirá conmigo, JAJA), hacer una entrada sobre la generosidad con el conocimiento. Esto, que puede sonar tan críptico, se refiere a qué hacemos con las cosas que sabemos y que podrían serles de utilidad a otros.
Hay gente que gestiona su conocimiento de forma ilógica (bueno, ilógica para mí, claro está). Digo yo: si uno sabe hacer algo tan bien que pasará a hacer otras cosas, no es lógico intentar explicarse lo mejor posible y transferir el conocimiento lo más eficazmente que se pueda? Para mí, no hay otra opción. Sin embargo, hay gente, que cree que si explicas las cosas de forma fácil y el otro lo entiende más rápido de lo que lo hiciste tú en tu día, significa que él es más listo que tú (cosa que evidentemente puede pasar, ya sabeis que soy casi tonta), pero no tiene porqué ser así. Me parece que en España, vivimos con la filosofía de que si un libro es muy difícil de entender, es porque nosotros no llegamos, no porque el que lo escribió no tenía ni flowers. Lo más difícil del mundo es hacer que las cosas parezcan fáciles. Es como dar una clase de idiomas divertida, donde todos aprenden sin darse cuenta: parece que no hacen nada, pero al salir, ven que saben más que al entrar. Saben más que con una tediosa clase de gramática. Sabes más cuando has pasado horas peleando con una cosa muy sencilla, pero de verdad, que si pasas 9h al día leyendo documentación.
De ahí este posting: debo tener alma de profesora didáctica, y luego me pasa lo que me pasa: que la gente piensa que soy inútil, porque sólo sé cosas “fáciles”. Qué cruz!! Tendré que ponerme a hacerme la complicadamente interesante? A lo mejor hasta logro alguien que me aguante???

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1 Comments:

At 10 noviembre, 2006 19:17, Blogger Gil Mtz said...

Comparto muchos puntos de tu escrito. Hace unos años estaba totalmente en el lado opuesto de este pensamiento; pero afortunadamente encontré el mejor camino de llevar mi vida.

Y por cierto a veces me pasa eso de sentirme con alma de profesor, quien sabe tal vez en otra vida lo fui.

Saludos desde Apodaca, México.

 

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