30 marzo, 2008

Snow, Orhan Pamuk, 2004

Denso, pero bello. Es un ejemplo raro de algo que podríamos llamar "preciosismo virtuoso". Me explico: la acción del libro transcurre en cosa de una semana, pero tiene unas 430 páginas. Hay capítulos enteros que describen acciones que tienen lugar en tan solo media hora, con todo lujo de detalle, de pensamientos, de sensaciones. Si alguien me describe un libro así, suelo arrugar la nariz. Es complicadísimo escribir un buen libro siguiendo lo que en catalunya se llamó "noucentisme": el retrato literiario milimétrico. Pero Pamuk es un maestro y lo demuestra en esto. Te atrapa sin ansia, te mete en la historia y en los personajes despacio, calmadamente, con el ritmo que él marca y no el que uno querría para leer. Un autor que domina a los lectores, es realmente merecedor del novel.
Me quedo con la curiosidad de leer algo más de Pamuk, para descifrar si este ritmo lento como la caída de la nieve, es intencionado con el libro (lo cual merecería mi más amplia reverencia bloguística) o si es el estilo personal de Pamuk. Dejo el veredicto para la próxima lectura.
Recomendadísimo para lecturas tranquilas de tarde de domingo invernal. Poco práctico para los autobuses y metros. Pero buscadle hueco, que vale la pena.

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